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LA MARAUÑA Y OTROS COCOS FEMENINOS

La Marauña. M. Félix de San Andrés
Marauña, la Mariuña. En Castellar de Santiago, perversa entidad femenina que vivía en los pozos, con largas y disformes uñas que le servían para enganchar y arrastrar a los niños. En otros pueblos se la conoce por Mariuña o Maruña. La informante solanera: “… cuando niña, la imaginaba como un pájaro”. Una informante de la comarca de Almadén afirma “… habita en los pozos para que no se asomen los niños... la maruña, me la imaginaba como una especie de pulpo”.
En Puertollano y otros pueblos del Campo de Calatrava, “... ser acuático que amenaza continuamente a las criaturas desde el fondo de las pozas y tablas”.
La Mora, la Reina Mora. Aparece como Coco en esta nana: “Duérmete niño chiquito, /antes de que venga la Mora /porque anda de casa en casa /por saber qué niño llora.” Aparece igualmente en esta nana creada por el poeta José Ángel Valente: “Que no venga la Mora, /la Mora, con dientes verdes. / Toda la noche, mi niño. /ligero, duerme. /Duerme ligero, mi niño, /que si la Mora viene, /en el sueño escondido /no podrá verte. /La Mora grande, /la Mora, con dientes verdes, /no llames a mi niño, /ni lo despiertes”.
La Gitana. Según García Lorca, es un asustaniños habitual en las nanas de Castilla. El uso de este personaje como espanto es, sin embargo, mucho más amplio, extendiéndose a toda Europa y al resto del mundo. El gitano, como figura marginal en la sociedad paya, es un blanco ideal en el que volcar el miedo colectivo. Como ejemplo de estas creencias un informante de Mestanza nos comentaba que había escuchado varias veces cuando un niño rechazaba la comida: “Si no comes, te lleva la gitana”. Y se buscaba la complicidad del que estaba alrededor. “Supongo que será porque las gitanas solían vestir de negro y llegaban a los pueblos inesperadamente”.
La Pantaruja. Informantes de la zona oeste de Ciudad Real, limítrofe con Extremadura, definen así a la Pantaruja: “… es muy maligna, actúa sobre todo durante la noche, raptando a los niños que se niegan al sueño, aunque en cualquier momento se puede invocar su presencia para llevarse a un niño travieso”, “… es característica su locura violenta”.
Panel Exposición Mitología y Superstición en La Mancha. M. Félix de San Andrés
La Tarazaina. Este Coco de Granátula y Calzada de Calatrava, como la Trocanta, tiene su origen en una mujer-culebra que vivía en una cueva cercana al pueblo. Se decía a los niños para asustarlos que vendría a buscarlos la Tarazaina: “Yo soy la Tarazaina, /hija del rey Baltasar, /y quien me oiga cantar /no vivirá más de un día /y la noche de San Juan”.
La Camuña. En Albaladejo, espectro femenino poseedora de los mismos atributos y naturaleza que Camuñas, el Tío Camuñas.
La Tía Canaria. Tutelar femenino del que no existen datos ni constancia de sus características. Sólo se conoce la amenaza a la chiquillería rebelde con la venida de la Tía Canaria. Posible endemismo de Villanueva de los Infantes.
La Tía Chamorra. Sin función específica conocida. Hasta el momento un enigma. Es endemismo de Albaladejo.
La Pejiguera. Carlos Villar Esparza la describe así “… mujeruca proterva y aviesa. A todos envidia. A todos odia. Sus palabras corroen honras, destruyen obras. En lo antiguo con sus largas y afiladas uñas despellejaba a todo aquél que se pusiera a su alcance. En el mejor de los casos, todos o casi todos la conocen, en el peor, comete sus fechorías desde la invisibilidad”. Se afirma que también existe el macho: el Pejiguero.
La Trocanta. Enigmática “Mala Cosa” con supuesta apariencia de mujeruca siniestra, que realizaba terribles metamorfosis. Susurran que un tiempo se la vio andurrear por Almedina y Alcubillas. En Granátula de Calatrava sobrevuela los tejados en busca de quienes trasnochan la noche de San Juan.
La Guirra, la Guirla. Ha pasado a la mitología popular por su proverbial suciedad. Guirla ocasionalmente es el sinónimo con que se la cita en distintos pueblos.
La Aurora. García Lorca documenta el uso de la Aurora como asustaniños en nanas manchegas.
La Carcamora. A una informante de Puertollano le cantaban esta nana: “Duérmete niño/que llora, llora/duérmete niño/ que viene la Carcamora”.
La Ojancana. Coco de Piedrabuena. Especie de ogresa gigante usada para asustar a los niños. Tenía un solo ojo muy grande en mitad de la frente.
La Carramoña. Según C. Fernández, de Villarrubia de los Ojos, es “una monstruosa araña gigante con la que me amenazaba mi abuela cuando me resistía a dormirme”.

Marcel Félix de San Andrés

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