Hoguera de san Antón en Argamasilla de Alba Hogueras o luminarias, antorchas y fuegos artificiales, velas y hachones: el fuego es el elemento clave en estas celebraciones; fuego profano y fuego sagrado que se mezclan en las fiestas de invierno. Desde la antigüedad pagana, el fuego ha sido considerado, por un lado, un elemento protector; las luminarias nocturnas servían para alejar maleficios y malos espíritus. Por otro lado, el fuego simbolizaba la purificación y la regeneración. En realidad, se trata de la dicotomía destrucción-renovación: el fuego voraz y destructivo que abrasa y consume los elementos nocivos y el fuego que alimenta la vida, elemento regenerador para personas y animales, plantas y cultivos. Así pues, las hogueras constituían rituales de renovación que propiciaban el paso del invierno a la primavera, y rituales de purificación, para quemar lo impuro, lo viejo, para acabar con todo lo maligno. Todavía en la Edad Media, los pobladores atribuían al fuego propieda...